domingo, marzo 25, 2012

Todavía no gobiernan los comuneros

A 100 días de la asunción de los gobiernos barriales, padecen graves problemas de infraestructura y presupuesto

25.03.2012 | Sin recursos y sin competencias transferidas, los juntistas trabajan en condiciones precarias y no tienen funciones definidas, ya que se superponen con las Unidades de Atención Ciudadana, impuestas por el gobierno central.
Por Adrián Martínez
Desde el 10 de diciembre del año pasado, el gobierno de los barrios porteños quedó en manos de 105 comuneros, elegidos por la ciudadanía en las últimas elecciones generales. Sin embargo, en la mayoría de las comunas todavía no pudieron comenzar a ejercer sus cargos, porque padecen graves problemas de infraestructura y no tienen un lugar físico para trabajar.
Según denunciaron legisladores y dirigentes vecinales, sin embargo, lo que más traba el inicio de la descentralización es que los comuneros carecen de funciones, ya que la mayoría de las competencias para las
que la gente los votó no pueden ser realizadas por la falta de personal y presupuesto.
Incluso tienen las manos atadas para las tareas que son potestad exclusiva de las juntas barriales -los espacios
verdes menores y las calles secundarias-, porque la administración central ya licitó los trabajos de los próximos
tres años.
DOBLE GOBIERNO
En octubre del año pasado, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, disolvió la estructura de los Centros de Gestión y Participación (CGP) y creó, a través del decreto 376/11, las Unidades de Atención Ciudadana (UAC), que absorbieron sus funciones.
Según legisladores y dirigentes vecinales, las UAC ‘‘usurparon’’ las funciones que la Constitución y la Ley de Comunas delegaban sobre las Juntas Comunales.
Sin embargo, el problema no es tan evidente porque al tener la presidencia de todas las juntas, el PRO otorgó la dirección de las UAC a sus funcionarios en una suerte de ‘‘doble gobierno’’.
‘‘Con la excusa de que las juntas no se pueden ocupar de Rentas ni de los registros de las personas y de la propiedad, el Gobierno de la Ciudad creó las UAC. Pero, según la ley, la organización del espacio físico y del organigrama de trabajo dentro de los edificios que pertenecían a los CGP debe estar en manos de las juntas. El problema es que Macri se niega a entender que las comunas son un gobierno diferente al Poder Ejecutivo, con la
misma jerarquía de la Auditoría, la Defensoría del Pueblo o la Legislatura’’, dijo el diputado Rafael Gentili (Proyecto Sur), presidente de la Comisión de Descentralización de la Legislatura.
‘‘Por ejemplo, antes de las Comunas, el director del CGP organizaba los turnos y los espacios físicos donde trabajaba el personal de Rentas, pero no se metía en el contenido de cómo resolver sus reclamos. El CGP tenía competencia en lo funcional. Hoy esa tarea debería estar en manos de las juntas comunales, no de las UAC. Vaciaron de sentido a las comunas’’, explicó Gentili.
SIN TAREAS
Otra de las trabas que hace que todavía no gobiernen las juntas radica en que el gobierno central no transfirió ninguna de las competencias pautadas en octubre ante la Legislatura, la mayoría dependientes del Ministerio
de Espacio Público.
"Hay personal y recursos que tiene que pasar del Ministerio a cada una de las comunas, pero no se hizo. En el primer trimestre del año debía pasarse el cuerpo de guardianes de plazas y la poda de árboles y, en abril, debería empezar a transferirse las cuadrillas de mantenimiento y la fiscalización de apertura y cierre de calles peatonales. Nada de eso sucedió, porque el ejecutivo no entregó los recursos para que empiecen a cumplir con su funcione’’, expresó Gentili.
‘‘Si Espacios Verdes no desagrega el personal que se ocupa de plazas, en la comuna no se puede hacer nada -dijo el dirigente barrial Gustavo Desplats, de la ONG Protocomuna Caballito-. Incluso con los recursos humanos no alcanza, porque tienen que tener palas, grúas y vehículos. Hoy no hay posibilidades de tener una verdadera descentralización operativa, que es la que, en definitiva, va a cambiarle la vida a los ciudadanos’’.
‘‘La situación es terriblemente irregular -dijo Gentili-. Hoy tenemos una persona que cobra un salario de 9 mil pesos y está solo en el mundo, sin funciones claras, porque quiere hacer algo y no puede, no tiene recursos y a veces ni teléfono. Si necesita papel, depende de la buena voluntad del presidente de la junta en su función de director de la UAC’’.
"Las tareas administrativas dentro de las comunas quedaron en manos de las UAC, porque nunca se terminó de pasar el personal y el presupuesto -expresó Desplats-. Pero lo peor es que los nuevos gobiernos no tienen capacidad para asumir lo operativo, porque, incluso si se transfirieran hoy todas las funciones que les corresponden a las juntas, los comuneros no podrían hacer nada, ya que desde la administración central se licitaron y concesionaron por tres años el mantenimiento de los espacios verdes y arreglo de veredas y calles, que son sus funciones exclusivas’’.
QUE HACEN
Según Desplats, los miembros de las juntas, de diferentes partidos, hoy sólo trabajan en ‘‘proyectos’’ y dan ‘‘apoyo político’’ a las necesidades de los vecinos, ‘‘pero no tienen capacidad para generar cambios en la realidad’’.
‘‘Si hay una calle rota, no puedo recurrir a la junta, porque no tiene forma de arreglarla. Hoy el tema lo toma la UAC y hace lo mismo que hacía el CGP: llama a la dirección general de esa área y le pide que por favor lo resuelva’’, explicó Desplats.
"Desde que asumieron los juntistas no pudieron trabajar por la falta de presupuesto y personal -expresó la diputada María José Lubertino (FPV)-. Pero a pesar de las restricciones que impuso Macri con las UAC, las comunas comenzaron y son llevadas adelante por la buena voluntad de los juntistas, que tiene que trabajar sin muebles ni teléfonos. El tema de las UAC lo va a resolver la Justicia. Hoy nos quedan los Consejos Consultivos, donde se puede trabajar por una verdadera descentralización’’.
‘‘El problema es que el Gobierno no ve a la Junta Comunal como un gobierno independiente y no están dispuestos a perder el elemento de publicidad que son las obras públicas -señaló Gentili-. No quieren que
se arregle una calle y no puedan sacar rédito político. Hoy el comunero sólo tiene su sueldo asegurado.
Pero no queremos tener ‘militantes VIP’, pero necesitamos presupuesto para cumplir con las funciones
para los que fueron elegidos’’.
‘‘La descentralización no es mágica -sostuvo Desplats-. Por el solo hecho de haber elegido a los comuneros
no vamos a tener una ventaja en la capacidad de realización de obras. Lo que buscaron los constituyentes
es que los gobiernos de cercanía tuvieran la plena capacidad de resolver por sí mismos las problemáticas a nivel local y para eso es necesario que cada una de las áreas centrales desagregue personal y recursos, de modo que se pueda mejorar la calidad de vida de los habitantes’’.

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