martes, septiembre 23, 2014

Un ataque a la participación democrática

CARTA PÚBLICA 

Demanda millonaria del GCBA contra ciudadanos y ONGs

Un ataque a la participación democrática



Las personas y organizaciones abajo firmantes manifestamos nuestro profundo rechazo y preocupación en relación a la demanda judicial por “daños y perjuicios” que iniciara el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (conjuntamente con Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado), contra la asociación civil “Basta de Demoler”, Santiago Pusso (vicepresidente de BdD) y Sonia Berjman (historiadora con reconocimiento internacional).

La demanda, en la que se exige una indemnización por 24 millones de pesos, fue iniciada contra quienes fueron amparistas en una causa judicial que se inició para proteger la Plaza Intendente Alvear (Área de Protección Histórica N°14 - ámbito Recoleta) ante la construcción de una estación de subte, en el marco de la cual el Poder Judicial dictó la suspensión de la obra -suspensión que luego diera lugar a la decisión de reubicar la estación-.

Este hecho inédito, promovido por el propio Estado de la Ciudad y del cual no se recuerdan precedentes, se convierte en un peligrosísimo ataque contra el derecho de acceso a la justicia, al control de la ciudadanía sobre la administración pública y a la participación ciudadana en las decisiones públicas, pilar de nuestro modelo democrático. Asimismo, esconde una concepción que limita gravemente el rol del Poder Judicial en la defensa y protección de los derechos individuales y colectivos de la sociedad.

La sola presentación de esta demanda podría, en la práctica, amedrentar a individuos y organizaciones de la sociedad civil para que eviten defender judicialmente sus derechos e involucrarse en las cuestiones de gobierno. 

En suma, el avance de esta causa implicaría poner en crisis derechos y garantías constitucionales, afectando tanto el derecho de acceso a la justicia, como el propio principio de democracia participativa que prevé la Constitución de la Ciudad.



Por lo tanto, solicitamos públicamente que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desista de la acción judicial retirando la demanda en forma urgente, y se abstenga en el futuro de nuevas acciones de este tipo contra quienes legítimamente acuden al Poder Judicial buscando reparar aquellos derechos que consideran conculcados.-

El macrismo se quiere vengar

Basta de Demoler molesta con amparos que obligan a ser rigurosos, algo que el gobierno porteño detesta. Para callarlos, les hace una absurda demanda millonaria.

Por Sergio Kiernan
El gobierno porteño decidió amordazar a las incómodas ONG que le hacen amparos, a los vecinos que protestan y, si alcanza, a más de un político crítico. Como blanco eligió al grupo más simbólico de la defensa del patrimonio, Basta de Demoler, que se ganó la gratitud general por cosas como crear antecedentes legales potentísimos y ponerles freno a varios desmanes de los grandes. Como el macrismo no puede tratar a los de Basta como trata a los homeless, de noche y con grandotes de remera negra, eligió la vía judicial. Hace algo más de una semana, presentó una absurda y bizantina demanda por 24 millones de pesos contra el grupo, acusándolo de paralizarle la ilegal obra de la estación de subte en Recoleta.
Basta de Demoler nació como un grupo de vecinos hartos de ver de-saparecer lo mejor de esta ciudad y verlo reemplazado por edificios sin el menor mérito, excepto el económico y para el desarrollador. Entendiendo que esto era especulación y un vacío del Estado, la ONG –que todavía ni lo era– salió a tratar de frenar la dolorosa demolición de La Mutual, en Callao entre Paraguay y Marcelo T. de Alvear. No lo lograron, pero poco después, en vísperas de la asunción de Mauricio Macri, tuvieron un acierto estelar con la casa Bemberg, en la calle Montevideo. Fue nada menos que liquidar para siempre un truco viejo de décadas, el que hacía que alguien en la Legislatura –y antes en el viejo Concejo Deliberante– se ganara una buena propina avisando que se iba a catalogar un edificio. El dueño lo demolía rapidito y enfrentaba a los legisladores con el hecho consumado. Con buena letra de la entonces diputada porteña Teresa de Anchorena, Basta planteó que eso era un conflicto de poderes, porque si el Ejecutivo daba permiso de demolición, el Legislativo no podía hacer lo suyo. Ganaron y ganaron la apelación tan bien, que el principio se extendió a toda la ciudad y todos los casos.
Luego vinieron muchos casos más, incluyendo el también estelar de frenar la horrenda torre que se iba a hacer en la media manzana de Reconquista entre Viamonte y Córdoba. Lo que hizo Basta fue endurecer la visión ciudadana sobre el facilismo de permisos de demolición y de obra, la complicidad tradicional entre intereses económicos y funcionarios municipales. El ejemplo se extendió y otros grupos aprendieron a usar el recurso del amparo para frenar arbitrariedades. El macrismo en funciones se encontró con el insoluble problema de justificar sus permisos a privados y sus obras públicas ante un juez. Eso exige coherencia y argumentos, cosas evidentemente escasas en este gobierno porteño, lo que explica el éxito de los amparos en su contra.
Que los abogados de la Ciudad y de su controlada empresa de subtes hayan elegido justo el caso de la estación Recoleta del subte H es francamente pintoresco. La Procuración porteña y Sbase acusan a Basta de Demoler de algo así como haberlos emboscado: “Los hoy demandados esperaron el inicio de las obras y la intervención de la plaza” para presentar su amparo. También dicen los abogados que Basta dejó “voluntariamente” la demanda una vez que ganaron la primera instancia, lo que demostraría una intencionalidad política que transforma al amparo en “una traba abusiva e infundada” de la gestión macrista. Y como todo esto genera gastos extra, Basta de Demoler en general, su vicepresidente Santiago Pusso y la paisajista y arquitecta Sonia Berjman le deberían al gobierno porteño los casi 24 millones de pesos de sobrecostos que les tuvieron que pagar a las constructoras Techint y Dycasa.
Un disparate de punta a punta.
Basta de Demoler presentó un amparo en febrero de 2012, cuando se comenzó a cavar en la plaza Intendente Alvear porque, como todos los vecinos de Recoleta, se sorprendió por el pozo. Resulta que la ley que origina la obra del subte H dice claramente que la estación tenía que construirse enfrente, cruzando Pueyrredón, en la Plaza Francia. La Intendente Alvear no sólo no es la Plaza Francia sino que es el primer trabajo público de Carlos Thays en Argentina, un parque de los viejos, una pieza patrimonial indudable. Como admitiendo que estaban en orsay, los constructores cerraron el obrador con un muro alto de chapas, amarillas PRO, por supuesto, para que no se supiera si estaban arreglando el parque o cavando una estación.
Con lo que lejos de una emboscada deliberada, hubo un zafarrancho de parar otro error/descaso/abuso de las autoridades de la Ciudad.
El caso lo recibió el juez en lo Contencioso Administrativo Guillermo Schleiber, un hombre alto y tranquilo cuya paciencia terminó siendo puesta a prueba por los funcionarios del macrismo. Una escena notable y un buen ejemplo de la improvisación reinante se vio un día caluroso de ese verano de 2012, cuando se hizo la inspección ocular. El juez, acompañado por una secretaria judicial y un policía, le dio la palabra a María del Carmen Usandivaras, de Basta de Demoler, como amparista. Cuando escuchó que estaban directamente en la plaza equivocada, Schleiber la interrumpió y le preguntó al titular de la empresa de subtes, Juan Pablo Piccardo, que por favor le explicara eso. Piccardo lo miró, dudó, dio vueltas y admitió al fin que era cierto, que estaban en la plaza equivocada. “Pero, doctor, si bien ésta es la Intendente Alvear... todos le dicen Plaza Francia, ¿no?” El juez lo miró por algunos segundos, como decidiendo si le estaba tomando el pelo, un desacato feroz. Finalmente, decidió que no.
La razón por la cual estaban en la plaza Intendente Alvear y no en la Francia yace abajo del cruce de Pueyrredón y Libertador. Es una gran obra del sistema de aguas porteño, un caño de buen porte, que los diseñadores del subte ignoraron o no conocían, pero que a la hora de hacer la curva de la línea hacia Retiro encarecía la obra. Nada de esto fue admitido por Sbase ante el juez, con lo que no tuvieron argumento alguno.
Fue el juez Schleiber el que suspendió la obra, no Basta de Demoler. Una ONG no puede suspender una obra pública, sólo un juez puede hacer eso.
Lo curioso del asunto fue que ni el gobierno porteño ni la empresa de subtes apelaron el fallo, ni pidieron que se levantara el amparo. Como ofendidos, taparon el pozo y anunciaron en los medios que no iban a hacer la estación ahí. De hecho, se dieron el gusto de ofenderse públicamente a través de sus medios amigos y hasta discutieron hacer la estación cerca de la Facultad de Derecho, creando un nodo de transporte con una futura estación de trenes que le sirviera también al Centro de Exposiciones, obra que ya planeaban hacer. Por eso la causa fue cerrada y caducó. Basta de Demoler no tenía nada que seguir, una vez anunciado que el gobierno porteño se allanaba al objeto del amparo.
La frivolidad de la demanda llega a extremos como señalar que el paisaje de plaza pudo ser restaurado al suspenderse la obra, lo que probaría que la obra no dañaba el paisaje. De hecho, que no se hiciera la obra fue lo que permitió subsanar el daño hecho, tapando el pozo y no teniendo que bancarse escaleras y respiraderos en medio del proyecto de Thays. La inquina del macrismo es tal, que incluyen el gasto de tapar el pozo y replantar la plaza en la cuenta de 24 millones que quiere que le pague Basta de Demoler. Y hasta tratan de convencer a la jueza Patricia López Vergara de que la ONG les pague una suerte de lucro cesante por las fichas que podría estar ganando la estación...
Este disparate fue bien interpretado por Pusso como “un ataque a la democracia, porque busca amedrentar y silenciar la acción de los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil que hacen uso de herramientas constitucionales como el derecho al reclamo y al acceso a la Justicia”. Sergio Abrevaya, ex legislador porteño y actual titular del Consejo Económico Social de la Ciudad, coincidió diciendo que “es un disparate intimidatorio para infundir temor de usar nuestros derechos”. El ex ombudsman adjunto Gerardo Gómez Coronado señaló que “no fue Basta quien paró la obra sino la Justicia, con un fallo dentro de la figura del amparo. No hay nada que reclamar ni base para una demanda”.
Es increíble que un gobierno que fue elegido democráticamente y dice representar una “nueva política” dé semejante paso. El golpe es realmente duro, desproporcionado, y muestra la debilidad del macrismo en funciones, siempre dudando entre la mala fe y la incompetencia.

ATAQUE A LA DEMOCRACIA

Desde Proto Comuna Caballito adherimos, apoyamos y nos solidarizamos con nuestros amigos Basta de Demoler y Sonia Berjman injustamente atacados por el ejecutivo de la Ciudad por defender el patrimonio porteño. Saludos Gustavo Maria Desplats

Retransmitimos envio de Basta de Demoler:

Estimado amigo,

En las últimas semanas hemos recibido la notificación que el Gobierno de la ciudad ha iniciado una demanda por “daños y perjuicios” contra Basta de Demoler, Santiago Pusso y Sonia Berjman, todos ellos amparistas en la causa que se inició para detener la destrucción de la Plaza Intendente Alvear en Recoleta (Av. Pueyrredón y Libertador), cuando se pretendía construir la estación de subte “Plaza Francia” de la Línea H en ese terreno.
La noticia, que nos sorprende, evidencia la intención de neutralizar la acción de Basta de Demoler, que, entre sus acciones en defensa del patrimonio de nuestra ciudad, ha denunciado reiteradamente irregularidades por parte del Gobierno de la Ciudad en lo que refiere a permisos de obra y protección del patrimonio.

Por la presente convocamos a todos los amigos de Basta de Demoler y a quienes nos apoyan en la causa, a reunirnos en un acto de repudio a esta demanda que será el día miércoles 24 de 18 a 19hs en la Plaza Intendente Alvear.
Esperamos contar con su apoyo en esta oportunidad tan difícil para todos nosotros.

Ma. Carmen Arias Usandivaras, presidente

Santiago Pusso, vicepresidente

Adjuntamos comunicado de prensa difundido a los medios.


COMUNICADO DE PRENSA DE BASTA DE DEMOLER
El Gobierno de la Ciudad demanda por 24 millones de pesos a Basta de Demoler
El GCABA presentó una demanda por “daños y perjuicios” por las obras detenidas de la Estación Plaza Francia, que se comenzó a construir en la Plaza Intendente Alvear; actualmente, la plaza está restaurada y la estación se relocalizará.

Buenos Aires, 17 de septiembre 2014. El GCABA presentó una demanda por “daños y perjuicios” con inhibición general de bienes contra la asociación civil “Basta de Demoler”, Santiago Pusso (vicepresidente de la ONG) y Sonia Berjman, todos ellos amparistas en la causa que se inició para detener la destrucción de la Plaza Intendente Alvear en Recoleta (Av. Pueyrredón y Libertador), cuando se pretendía construir una estación de subte de la Línea H en ese terreno.
Según el Gobierno, la intención de los amparistas fue “con el solo propósito de obliterar una obra pública destinada a la prestación de un servicio público”; se agrega que estos procesos obstruccionistas “sólo pueden concebirse en el marco de una acción política que, so pretexto de proteger el medio ambiente, se dirigiera a impedir o entorpecer la gestión de gobierno y las obras dentro de la Plaza Alvear”.

La demanda recayó en el Fuero Contencioso Administrativo y Tributario N° 6, secretaría 12, a cargo de la jueza Patricia López Vergara. La inhibición de bienes fue rechazada, siendo apelada por el GCABA y encontrándose a la espera de la resolución de la Cámara de Apelaciones.

La polémica por la ubicación de la Estación Plaza Francia
En febrero de 2012 comenzaron trabajos de excavación en la Plaza Intendente Alvear para la construcción de la Estación “Plaza Francia” de la extensión de la Línea H del subte; simultáneamente, comenzaron a talarse añosos árboles y destruirse la histórica barranca. Basta de Demoler, junto con Sonia Berjman, historiadora especializada en paisajismo y con una larga trayectoria en el estudio, difusión y defensa de los parques históricos, presentaron un amparo para detener las obras, que fue concedido primeramente como una medida pre-cautelar por el  Juez Scheiber. Posteriormente la medida fue confirmada por el juez Zuleta.

Los fundamentos presentados por los amparistas se basan en que la Plaza Alvear está declarada Área de Protección Histórica (APH 14 – Ámbito Recoleta), que prohíbe la extracción de árboles y especies vegetales y la modificación del diseño, caminos y senderos. También se argumentó que la Ley 317, que establece la traza de la Línea H, determina que “la línea continúa hasta Recoleta, donde se encuentra la estación Plaza Francia, en la plaza homónima, en inmediaciones de Av. Del Libertador y la Facultad de Derecho”; es decir, en frente de la ubicación donde comenzaron las obras a cargo de SBASE.

Basta de Demoler cuestionó además que las bocas de acceso, además del daño ambiental a la plaza, no se ubicaban en la zona de mayor afluencia de pasajeros (hacia la Facultad de Derecho y el Centro Municipal de Exposiciones), sino hacia la plaza, lo que generaría un importante aumento en el flujo de pasajeros que desvirtuaría el carácter de esparcimiento de la plaza para transformarla en un nudo peatonal.

Mientras la obra estaba paralizada, la Legislatura comenzó a tratar un proyecto para relocalizar la estación en las cercanías de la Facultad de Derecho y el Centro Municipal de Exposiciones bajo el nombre de “Estación Facultad de Derecho”, integrando a las paradas de colectivos existente, y con conectividad a futuras estaciones de las líneas del ferrocarril Mitre, Belgrano Norte y San Martín, para continuar por debajo de la Villa 31 y conectar con la Línea C en Retiro.
Finalmente, en julio de 2013, SBASE decidió hacer lugar al reclamo: relocalizar la estación y recuperar la Plaza Intendente Alvear. Hoy en día, la plaza está recuperada y es Ley el proyecto que proponía un diseño superador con conectividad a la Línea C en Retiro.

Gracias a este amparo, la plaza hoy está restaurada y accesible a todos los ciudadanos, y la estación se construirá en el lugar que determina la ley respectiva, tal cual fue la pretensión de nuestra organización que motivó el amparo.
 
El responsable de los gastos por la obra detenida no es más ni menos que el propio Gobierno, que por error o negligencia, decidió modificar la ubicación de la estación establecida por la ley, y ubicarla además dentro de un Área de Protección Histórica que impide ese tipo de obra de manera categórica
 
La opinión de Basta de Demoler.
Basta de Demoler es una asociación civil sin fines de lucro, apartidaría y con probada trayectoria en la defensa del patrimonio de la ciudad, que ha contribuido de manera determinante a la protección de numerosos edificios, parques y monumentos históricos de Buenos Aires.
 
Esta demanda es insólita por la gravedad de sus implicancias: no conocemos precedentes de un ataque semejante de un Gobierno contra una ONG cuyo objetivo es el bien común y el bienestar de los habitantes.
 
Consideramos que es inconstitucional porque como ciudadanos estamos legitimados a interponer recursos de amparo en defensa del medio ambiente y el patrimonio natural y cultural: la Constitución establece esta acción "expedita, rápida y gratuita", que la podrá interponer cualquier habitante y las personas jurídicas defensoras de derechos de incidencia colectiva.
 
Esta demanda constituye además un ataque a la democracia, porque busca amedrentar y silenciar la acción de los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil que hacen uso de herramientas consagradas por la Constitución Nacional y la Constitución de la Ciudad: el derecho al reclamo y el acceso a la Justicia.
 
Agradecimiento
Queremos agradecer las numerosas muestras de adhesión de ciudadanos y organizaciones llegadas por distintas vías en estas últimas horas.